ANIMALES DE COMPAÑÍA Y NIÑOS: PAUTAS PARA CREAR UN VÍNCULO SANO
Las compañeras Cristina Olivas y Míriam Falgás hablan del vínculo entre nuestros animales y los más pequeños de la casa en su nuevo artículo para la revista GIDONA. Si tenéis niños y niñas en casa estos consejos os serán de utilidad.
Artículo publicado originalmente en la revista GIDONA febrero 2022
Como padres, una de las cuestiones que se suele sopesar es la relación de los niños con los animales, ya que surgen dudas sobre cómo será la convivencia, cómo evitar situaciones de peligro… Lo primero que debéis saber es que los beneficios de que los pequeños crezcan con la compañía de un perro, un gato, un conejo, un hámster… son numerosos porque les ayuda a socializarse, mejoran su autoestima, aprenden a ser responsables e interiorizan valores como el respeto, la empatía y el amor incondicional, entre muchos otros. De hecho, se dice que una parte de nuestra alma permanece dormida hasta que no experimentamos el cariño de los animales. Ahora bien, no podemos olvidar que somos especies diferentes con necesidades y formas de expresarnos distintas y, por lo tanto, conviene enseñar a los niños a respetar a los animales y a detectar señales determinadas.
En primer lugar, es fundamental que vuestros hijos aprendan que los animales también sienten dolor físico y, por ello, deben tratarlos con cuidado y cariño en todo momento. Además, debéis hacerles entender (teniendo en cuenta la edad de los infantes) que los animales también sienten emociones, pero que las expresan de forma diferente. Otro aspecto importante para una buena convivencia y bienestar de todos es explicar a los niños que los animales tienen los sentidos más agudizados que nosotros. Así pues, si chillan, hacen ruidos inesperados o se mueven deprisa, pueden asustar a su amigo peludo y éste puede reaccionar de dos formas: huyendo o atacando.
A continuación, os damos 6 pautas básicas que os ayudarán a garantizar el bienestar de los niños y de los animales y a minimizar los riesgos.
- Cuando los animales duermen, no los molestéis.
- No toquéis los animales cuando comen o cuando están royendo algún hueso o pieza masticable.
- Si estáis jugando con el animal y se aleja, dejadle que se vaya, ya que quizás no quiere jugar más, está cansado, o bien, ha ocurrido algo que le ha hecho daño, le ha incomodado o le ha asustado.
- Cuando un gato os bufe o maúlle grave, o bien un perro os enseñe los dientes u os gruña, quiere decir que algo no le gusta. Esto es importante, ya que la mayoría de niños piensan que el animal sonríe y esto puede desencadenar una situación peligrosa.
- ¡No abracéis a los animales! Muchos sienten la contención del abrazo como una amenaza, y por ello, pueden reaccionar de forma inesperada. Es preferible que los acariciéis.
- No toquéis NUNCA a un animal en la calle sin antes preguntar a un adulto. Esta pauta está especialmente indicada en el caso de los perros que, al ir atados, no pueden escapar y dado que están a la altura de la cara, el peligro potencial aumenta notablemente.
Os animamos a enseñar a vuestros hijos a crear un vínculo sano con los animales, que siempre esté basado en el respeto, el cariño y la empatía. De esta forma, evitaréis los peligros, ¡y lo más importante es que crecerán rodeados del amor incondicional que solo los animales pueden proporcionar!