EL SECTOR VETERINARIO MUESTRA SU SOLIDARIDAD, UNA VEZ MÁS

La masacre que está viviendo la población ucraniana a causa de la invasión Rusa ha provocado que miles de civiles tengan que salir de su país por miedo a las represalias que pueda haber por parte de los rusos. Entre ellos, son muchas las veterinarias que han tenido que abandonar sus trabajos, sus clínicas y sus pacientes para sobrevivir frente a este conflicto bélico.

Por eso, se han creado numerosas asociaciones para ofrecer ayuda a estas profesionales. La Asociación Veterinaria de Pequeños Animales (WSAVA) ha distribuido el contacto de muchos veterinarios de todo Europa para que estos puedan ofrecer alojamiento o trabajo a las veterinarias y a sus familias. Una de las profesionales que ha ofrecido ayuda ha sido Maite Poveda, propietaria y veterinaria de la clínica Zelai en Alsasua, Navarra.

Maite explica en Animal's Health que recibió numerosas peticiones por parte de mujeres veterinarias para trabajar en su clínica. Por eso, con la ayuda de una amiga ucraniana que la ayudaba con el idioma, puso un anuncio en la red ofreciendo un puesto de trabajo y posible alojamiento.

De esta manera, acogió a una ucraniana juntamente con sus hijos, dándoles un hogar seguro y un trabajo estable. "Ella (la veterinaria ucraniana) está viniendo a España, pero su marido, al no poder salir del país había cogido los perros del criadero y como su ciudad estaba siendo bombardeada, escapó a otra ciudad donde tenían familia", concluye Maite.

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