La vulnerabilidad de las familias multiespecie

05/07/2021
Critina Olivas y Maria Sanchez

Si os preguntasen quiénes son los miembros que forman parte de vuestra familia, ¿qué diríais? Os vendrían a la mente la pareja, los hijos… pero, ¿y los animales que conviven con vosotros? Para muchas personas, su animal ocupa un lugar esencial en su vida,

Artílulo publicado originalmente en Directa.cat junio 2021

Si os preguntasen quiénes son los miembros que forman parte de vuestra familia, ¿qué diríais? Os vendrían a la mente la pareja, los hijos… pero, ¿y los animales que conviven con vosotros? Para muchas personas, su animal ocupa un lugar esencial en su vida, o incluso es su única compañía. ¡Se trata de las familias multiespecie! ¿Habéis oído hablar de ellas? Seguramente sí, ¡o hasta incluso ya sois una de ellas!

Ahora bien, cuando se trata de colectivos vulnerables, aparecen los problemas porque las administraciones y una parte de la sociedad y de las entidades sociales todavía no han integrado los animales como seres de pleno derecho. Por este motivo, proponen soluciones deficientes, como, por ejemplo, que las personas en situación de calle tengan que pasar el apuro de separarse de su animal para poder vivir en una vivienda social. Pero no son las únicas; las mujeres maltratadas también sufren esta falta de integración. ¿Sabéis que un 59% demora el abandono del domicilio por no poder llevarse sus animales? Una vez más, la administración obliga a escoger entre su seguridad y la de su animal. Para estos casos, existe el programa VIOPET creado por la Dra. Núria Querol en coordinación con la Dirección General de Derecho de los Animales del Gobierno Español, que ofrece una red de casas de acogida temporal para los animales hasta que las mujeres se recuperen y puedan reencontrarse con ellos. No es la mejor solución, pero sí una salida. Cabe recordar que, desde el Govern de Catalunya ni siquiera se tiene en cuenta este problema.

Por suerte, existen entidades que son plenamente conscientes que, para ayudar a una persona, primero se debe garantizar el bienestar de su animal. En Barcelona, la Fundación Faada creó el programa “Mejores Amigos”, que se dirige principalmente a colectivos vulnerables que se encuentran desamparados por parte de las administraciones. Su objetivo es lograr que estas personas puedan acceder a comedores sociales, albergues, centros de día y, sobre todo, a viviendas sociales de Barcelona y de Catalunya sin separarse de sus animales. Para conseguirlo, esta fundación forma a los trabajadores sociales para que puedan detectar a las familias multiespecie y sepan cómo ayudarlas en situaciones de vulnerabilidad, tales como desahucios, búsqueda de viviendas sociales… “Colaboramos con casi todas las entidades y acompañamos a los trabajadores sociales para que tengan un protocolo de actuación que incluya, por ejemplo, una ficha de la persona en la que conste que tiene un animal. Al fin y al cabo se trata de hacer una red con un objetivo común: que no se rompa el vínculo entre una persona y su animal”, explica Noe Terrassa, técnica con formación humanística, del departamento de Animales Domésticos, de la Fundación Faada.

Durante mucho tiempo, las entidades sociales han trabajado por el bienestar de las personas y de los animales por separado, pero ahora las hay que lideran la lucha por normalizar las familias multiespecie. La Fundación Hope & Help, a través de sus proyectos “Bella Vella Ànima” y “Ànimes Bessones”, ayuda a las personas mayores a cuidar de sus animales paseándolos, llevándolos al veterinario… y a las que se encuentran en situación de exclusión social mediante un voluntariado inclusivo.

Como era de esperar, la pandemia ha aumentado las situaciones de vulnerabilidad y se están traduciendo “en un mayor número de solicitudes de renuncia de los animales por falta de recursos o por el traslado a una vivienda que no los acepta, entre otras causas”, afirma Sílvia Serra, presidenta de la Fundación Daina-Spam Mataró. Pero, a la vez, las entidades sociales han trabajado para paliar sus consecuencias, como es el caso de la Asociación Projecte Lola que, durante el confinamiento, puso en marcha el programa “Juntos paseamos” en el cual voluntarios paseaban los perros de las personas vulnerables que no podían salir de casa, con el objetivo final de que las administraciones asumiesen esta necesidad, o la campanya #FAMILIAIGUALQUETU en la que por primera vez, un Banco de los Alimentos, el de Girona, aceptó recaudar pienso para los animales de las familias a las que ayudan.

Estas incipientes iniciativas sociales no son suficientes, ya que la realidad es que las personas vulnerables que tienen animales deben combatir un problema más a su delicada situación. Por lo tanto, ya no hay lugar para más excusas, es imprescindible que las administraciones integren a las familias multiespecie e implementen políticas pensando en este nuevo modelo de familia. ¡Ser una sociedad avanzada también significa cuidar, respetar y querer a todos los miembros de la familia!

 

Artículo redactado por la periodista  y miembro de ProjecteLOLA @CristinaOlivasR y por la presidenta de Projecte LOLA @MariaSanchez