Luces, cámara y ¡acción!

30/10/2020
Maria Sanchez Directora

A casi todos nos gusta ver animales en la gran pantalla y Hollywood lo sabe.
Los animales actores han estado presentes desde el inicio de la industria cinematográfica pero ¿Qué (nada glamurosa) vida disfrutan?
Hacemos un repaso para descubrir la verdad.

                         

                                                    Artículo publicado originalmente en la revista Gidona Noviembre 2020.

Luces, cámara y ¡acción!

Cuando era una niña me encantaban las películas donde los protagonistas eran animales.

Y no soy la única ya que el reclamo de utilizarlos ya sea en el mundo del espectáculo. como en la publicidad o en el entretenimiento, vende muchísimo. Solo ver aparecer la carita de un animal, sea real o un dibujo animado, ¡las ventas suben como la espuma! Cualquiera con mínimas nociones de márketing lo sabe.

Lo contradictorio es que justamente se valgan de ellos para vendernos productos a las personas que nos agradan y que muchos desconocemos ni somos conscientes que estos animales están siendo explotados por sus entrenadores que se lucran alquilándolos para las filmaciones. No, no hay nada de glamour en sus vidas.

A partir de los años cuarenta tras el escándalo del rodaje de la película Jessi James donde un caballo caía y se despeñaba por un acantilado para dar realismo al film, que en los créditos finales de las películas americanas empezó a verse el sello que todavía suele otorgar la entidad American Humane Society No animals were harmed in the making of this film” (”Ningún animal ha sido dañado durante el rodaje"). Y yo, al menos, me quedaba con la tranquilidad que sólo da la inocencia infantil.

Mucho tiempo después, en mis primeras tareas de activista me pidieron traducir un documento de la potente PETA ( People for a Ethical Treatment of Animals) con prólogo de la primatòloga Jane Goodall que hablaba de la realidad de los animales actores en Hollywood y de cómo nada tenía que ver con el respeto y el bienestar.

Entonces descubrí que la American Humane Society ( AHS) que despliega agentes en  los platós para velar por el bien de los animales actores, tiene justamente a la industria de Hollywood como uno de sus principales donantes y que su famoso manual de buenas prácticas con los animales era más delgado que la revista de ofertas  del supermercado, y que básicamente su tarea se reduce a dar consejos y recomendaciones.¿No es bonito, a veces vivir en la ignorancia ? Al menos evitas sufrimiento.

Así descubrí la cantidad de animales que han muerto durante los rodajes como el orangután Clyde, habitual a las películas de Clint Eastwood de los setenta, que murió como consecuencia de una paliza que le propinó su entrenador por robar Donuts de la mesa en el set del rodaje.

O que la famosa actriz Tippi Hedren, desesperada viendo el trato que reciben los animales salvajes en el cine, decide crear el santuario Shambala  en California, para darles un retiro digno. "Yo escogí ser actriz, ellos no", contesta cuando le preguntan por el motivo.

O de cómo el actor James Cromwell, protagonista de la película Babe, Un Cerdito Valiente -mejor dicho, fueron casi cincuenta Babes y se necesitaron a  más de cuatrocientos animales para filmar esa película,  al acabar el rodaje se convirtió en vegano y activista por los derechos de los animales. ¿Qué experiencias no debía ver y sufrir para esta transformación?

Y seguimos, en el 2017 la película A Dog Purpose, que quería ser un film amable y familiar, y que cuenta con en Dennis Quaid como protagonista, tuvo que suspender su premier cuando se filtró un video donde se veía como se maltrata al perro actor durante el rodaje. 

El pastor alemán Hércules en total estado de pánico, es obligado por su entrenador a saltar dentro de unas aguas movidas, mientras el animal no quiere hacer otra cosa que huir a un lugar seguro. Finalmente fue rescatado del agua donde estuvo a punto de ahogarse. Entidades animalistas pidieron el boicot de la película y que se tratara con humanidad y respeto a los animales, no como simple atrezzo.

Por cierto,el agente de la AHS que tenía que vigilar el bienestar de Hércules, fue despedido.

Actualmente, y como todo, los tiempos cambian y también la manera de hacer entretenimiento. Los actores de carne y hueso dan paso cada vez más a los digitales. Ahora ya no se necesita utilizar animales reales para crear imágenes y emociones intensas.

De hecho, PETA Alemania ha puesto en marcha una campaña sobrecogedora para denunciar la cautividad  de los animales en los zoológicos. 

¿Habéis visto el vídeo viral? ¿Alguien sabe al 100% si es real o no Cozy, El Gorila?

Y es que gracias a la tecnología y a una sociedad cada vez menos tolerante con el maltrato animal, ya no hace falta que continuemos secuestrando monas Cheetah de las selvas congoleñas para hacer feliz a Tarzan y a todos nosotros.